Jesús de la Sentencia

José Rius

La primera efigie del Señor de la Sentencia fue encargada al escultor catalán José Rius, y llegó a la hermandad el 8 de junio de 1930, día en el que se bendijo. En la Semana Santa de 1931 fue procesionada, junto con el grupo escultórico en la noche del Lunes Santo.

Del trono, realizado también por el mismo artista, decía la prensa de la época que era “un sencillo paso (sic) a modo de amplia mesa revestida de noble madera dorada y policromada”. De aquella salida procesional apenas si existen documentos gráficos ni crónicas, aparte de lo indicado en la Unión Mercantil en donde aparece una de las primeras fotografías que se conservan de aquella imagen.

La disposición del grupo escultórico era la siguiente: la imagen del Señor estaba situado cara a Pilatos, éste iba escoltado por dos sayones, mientras en el tribunal aparece además de la ya citada imagen del prefecto, un escriba, un esclavo oferente con  jofaina y el romano portador del SPQR.

De todo aquello nada quedó en la noche del 11 al 12 de Mayo de 1931 en la que fue asaltada la pequeña iglesia de la Aurora María. Pero al amor de los cofrades superó rápidamente el trauma que supuso tan gran pérdida.

A principios de 1932 llegó a la ciudad una nueva imagen del mismo escultor, por entonces la Hermandad ya estaba radicada en una nueva Sede: la Parroquia de San Pablo en pleno corazón del Barrio de la Trinidad, y allí al llegar el Señor le fue cedido el altar primero de la izquierda según se entra por la puerta principal, lugar que hoy ocupa  las bellísima imagen de María Santísima de la Salud. Esta nueva imagen del Señor no gustó demasiado a los hermanos, según el profesor Agustín Clavijo por la escasa calidad artística de la misma que, al parecer, era seriada. No obstante a esta Sagrada Imagen se le dio culto interno hasta 1935, año en el que se reanudaron las procesiones, sin embargo este año tampoco procesionó la Hermandad de la Sentencia.

José Martín Simón

La Hermandad ya había encargado al imaginero José Martín Simón que modificara algunos elementos de la imagen de Rius que no eran del gusto de los cofrades.  Precisamente el Domingo de Ramos de 1935 fue bendecida la nueva talla del Señor y en mayo de 1936 llegaron las nuevas figuras del grupo escultórico.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia fue custodiada desde que comenzó la Guerra Civil hasta que concluyó en Málaga en el domicilio de Doña Carlota Sánchez y su hija María Luisa sito en calle Hinestrosa (lugar muy próximo a donde actualmente está la Casa Hermandad), la imagen del Señor recibió nuevamente culto público en la Parroquia de Santiago, en el altar que hoy ocupa la Virgen de Fátima y fue allí donde se bendijo solemnemente todo el grupo por el Obispo de la Diócesis Rvdo. D. Balbino Santos Olivera. El Señor de la Sentencia recorrió Málaga por segunda vez en 1939 y hasta 1942, nuestros Sagrados Titulares no ocuparon la actual capilla.

El Señor mantuvo sus vestiduras talladas hasta que en 1961, la Junta presidida por D. José María González decidió revestir de “ricos tejidos las distintas figuras bíblicas”, de forma que ese mismo año el imaginero Pedro Pérez Hidalgo a instancias de la Junta de Gobierno lo trasformó en imágenes de candelero. De esta manera el Señor de la Sentencia aparecía ya con túnica de color burdeos, tonalidad que desde entonces ha mantenido.

A lo largo de los años la bendita imagen del Señor ha sufrido restauraciones varias, fruto todas ellas del deterioro sufrido en las salidas procesionales, ya sea por causa de la lluvia o por el esfuerzo mecánico al que es sometida la talla durante la procesión.

Restauraciones sufridas

Las últimas realizadas han sido en Mayo de 1998 por los malagueños Dña. Mayte Real y D. Rafael Ruíz Liébana, ambos de reconocido prestigio, que a instancias del informe emitido por la Junta de Andalucía, cambiaron el torso del Señor por estar “sumamente deteriorado. Sin embargo en 2005 la imagen volvía a estar amenazada apareciendo problemas en su policromía, se recurrió entonces al Catedrático de Bellas Artes de Sevilla D. Juan Manuel Miñarro López el cual recomendó reponer el cuerpo antiguo y reequilibrar la imagen.  Por acuerdo del Cabildo se depositó la confianza en este afamado escultor en 2008 y en el pasado Martes Santo pudimos gozar nuevamente de la Sagrada Imagen en toda su serena belleza, esa imagen y ese rostro que para todos los hermanos de la Sentencia es la del Hijo de Dios.