Trono del Cristo

I. El trono desconocido de José Ríus

Una vez inaugurada la capilla de Nuestro Sagrado Titular en la Aurora María, el 8 de Junio de 1930, el grupo escultórico primitivo presentaba una perspectiva procesional hermosa que provocó gran impacto en el espectador, el Señor en el centro de la escena rodeado por dos sayones frente a Pilatos, que aparecía sentado en su sede en el momento del lavatorio, con las manos sumergidas en la jofaina que le ofrecía un joven criado.

Cerca de él, un romano que es el representante de Anás. En la prensa de marzo de aquel luctuoso año de 1931 se decía:

“El nuevo grupo de la Sentencia llamó poderosamente la atención en el sencillo trono a manera de mesa revestida con capas de noble madera dorada y policromada, obra así mismo del Sr. Ríus”

Desgraciadamente de aquel primer trono no existe testimonio gráfico alguno y sólo se conserva una fotografía de la maqueta de aquel grupo escultórico, pero no de las imágenes a tamaño real en el trono.

Los negros vientos revolucionarios no consiguieron acabar con la vida de la Hermandad, que subsistió hasta 1938 dando culto interno a sus imágenes, bien en la Parroquia de San Pablo o bien en la de Santiago.

II. El trono de Nicolás Prados López

El segundo trono del Señor fue obra de Nicolás Prados López (1938), apareciendo el Señor en su primera salida procesional en 1939 ya con el frontal terminado. El trono que sería completado en años posteriores.

El Señor daba ahora la espalda a Pilatos, en actitud de caminar una vez pronunciada la Sentencia, con la túnica blanca tallada, al igual que los ropajes del resto del grupo escultórico que le fue encargado en 1935 al escultor granadino José Martín Simón.

Pilatos sentado, sobre trono enmarcado por un arco triunfal de medio punto y rematado por un frontón triangular. Este trono de gran sobriedad se complementaba con adornos barrocos, presentando en sus frentes arquitectura tallada y conjugándose en él columnas, pilastras y bajorrelieves con escenas de la pasión, situándose en los ángulos unos elegantes candelabros barrocos, a los que en 1942 se les añadieron brazos tallados y finamente dorados con bonitos juegos de luces.

En años posteriores este trono del Señor fue aliviando su carga simplificando el regio trono primitivo y dejando sólo el sillón sobre el que se leía la Sentencia. Durante estos años, hasta 1947 hubo cambios sustanciales en la estructura del trono, siendo en este último año cuando Pilatos aparece ya sentado sobre el trono actual, de madera dorada.

Este trono con pequeñas variaciones fue procesionado hasta 1958, año en que fue, según parece, vendido a una Hermandad de Coín, estrenándose en 1959 el actual Obra de Pedro Pérez Hidalgo, que aún perdura y esperamos perdure muchos años más y del que se hablará más extensamente en la continuación.

III. El trono actual de D. Pedro Pérez Hidalgo. Una joya de Málaga

El nuevo y monumental trono, en madera dorada y policromada, de tipo carrete fue expuesto en 1959 en la Exposición de Enseres Procesionales que se celebró en Madrid, el trono ha sufrido desde entonces hasta ahora algunas reformas que no han cambiado en absoluto su estética típicamente malagueña, que lleva admirando Málaga desde hace más de 50 años.

Presenta una base rectangular, de cuyas cuatro esquinas parten cuatro airosos candelabros de 10 brazos casa uno, con tulipas de cristal color caramelo, sobre esta primera base se sustenta el carrete, que es una doble figura troncocónica piramidal, en la que existen ocho cartelas realizadas en madera de caoba que representas las siguientes escenas: Bodas de Caná y Curación de Lázaro en el frontal, en el costado derecho aparecen las escena la Resurrección de Lázaro y Jesús sobre las aguas, en la parte trasera son las escenas de Lavatorio de los pies y de la Samaritana y, por último, en la zona izquierda las cartelas que las ocupan representan las Tentaciones en el desierto, y la Resurrección de la hija de Jairo.

Figuran en los centros de cada una de las parte superiores de la peana, cuatro escudos que representan a la Hermandad, al Ministerio de Justicia, al Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales y a la Ciudad de Málaga.

Es este magnífico trono una de las escasas muestras de la arquitectura cofrade de los años cincuenta del pasado siglo, que aún permanece en nuestra Semana Santa, y en la cual llegaron a procesionarse más de quince obras de este autor, que poco a poco, y a veces de forma injustificada y caprichosa fueron sustituidos por otros. Es por eso por lo que nos consideramos depositarios de uno de los tronos más característicos de nuestra Semana Mayor.

Trono del Cristo